Nuestro amigo El Negro cumplió años el martes, 20 años para ser más exactos y como somos los mejores amigos del mundo lo llevamos a un restaurant chino a celebrar. 4:00 de la tarde, hubo cervezas, torta de chocolate, cigarrillos y nosotros, ¿que más se puede pedir?
Sí, pedimos más pero nos lo negaron. Cada vez que algún mesonero del lugar nos traía otra ronda de cervezas, alguien de la mesa preguntaba "Chino, ¿y no hay nada pa´ los cumpleañeros?" con una increíble capacidad para quedar sordo los segundos necesarios y no haber escuchado la pregunta hecha, el chino simplemente dejaba las cervezas sobre la mesa, se llevaba las botellas vacías y se marchaba.
La verdad no nos importaba mucho, teníamos la torta de chocolate, las cervezas, los cigarrillos y a Alcibíades prendido. Sí, él mismo lo había confesado minutos después de sentarse, había estado "celebrando el cumple del Negro desde temprano", según sus propias palabras, y ahora se tambaleaba un poco en la silla entre las risas y los tragos. Luego de muchos ruegos, finalmente la torta fue picada, en una servilleta cada uno de nosotros devoró su pedazo correspondiente. En ese momento amamos a Mariana, ella hizo la torta.
Más cervezas, menos Alcibíades, ¡salud por el Negro! ¿y no hay nada para los cumpleañeros, Chino? ... Así pasaron unas pocas horas, pedimos la cuenta, hubo una pequeña discusion entre pela bolas y aquellos con más papel moneda que uno, pagamos y los largamos.
¡Feliz Cumpleaños, Negro!
P.D.: Quiero, en esta post data, hacer una queja formal hacia mi novia, ¡ni un solo comentario me ha dejado! Estoy segura de que aparte de mi, ella es la única persona que lee este blog, ¿podrías, por favor, luego de leer esto, dignarte a dejarme un comentario? Gracias =P
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